No voy a gritar, pero tampoco voy a callar
Esta mañana, el presidente Javier Milei, en su discurso en Davos, hizo afirmaciones que no solo resultan ofensivas y violentas, sino que desconocen realidades fundamentales de nuestra sociedad.
Podría responder con enojo, pero elijo hacerlo con reflexión. Desde mi lugar de ciudadana, militante y diputada, pero también desde mi historia como hija, hermana y nieta.
Soy hija de la democracia y de la clase media
Me identifico como hija de la democracia y también de una clase media que apostó por la educación, que me envió a una escuela católica subvencionada.
👉 En mi adolescencia, la sexualidad era un tabú en mi casa y en mi colegio. La educación que recibí estaba incompleta.
👉 Crecí naturalizando conductas que no debieron ser normales:
- Acoso callejero.
- Comentarios fuera de lugar.
- Toqueteos sin consentimiento.
- Silencios obligados ante situaciones incómodas.
Por suerte –si es que se puede llamar suerte– no fui víctima de una violación o acoso extremo. Pero, como muchas otras mujeres, sí viví la violencia estructural que nos atraviesa a todas.
La importancia de la ESI y el Plan ENIA
Programas como la ESI (Educación Sexual Integral) o el Plan ENIA son esenciales para que niños y niñas crezcan con:
✅ Autonomía
✅ Conocimiento
✅ Derechos
Son herramientas que nos habrían cambiado la vida a muchas si hubieran existido antes.
El privilegio no es excusa para ignorar la realidad
Sé que escribo desde una posición de privilegio:
✔️ Soy blanca, heterosexual, universitaria.
✔️ Tengo trabajo registrado y vivienda propia.
✔️ Crecí en un entorno que me cuida.
🚨 Pero incluso desde este lugar de privilegio, la realidad es innegable:
📌 En Argentina, una mujer es asesinada cada 30 horas por el solo hecho de ser mujer.
Esto no es una percepción. Son datos de estadísticas oficiales y organizaciones que luchan contra la violencia de género.
📊 Los femicidios no son casos aislados ni azarosos. Son la expresión más extrema de una sociedad que aún tolera y reproduce patrones de dominación, control y desigualdad estructural.
👉 Desde el acoso callejero hasta los femicidios, la violencia machista atraviesa todos los ámbitos de nuestra vida.
Negar la violencia de género es perpetuarla
❌ Decir que las mujeres no somos asesinadas por el hecho de ser mujeres es ignorar una verdad dolorosa.
En la mayoría de los casos, las víctimas conocían a sus agresores:
- Parejas, exparejas o personas cercanas.
- Hombres que actuaron desde una lógica de posesión y poder.
La raíz de esta violencia está en la cultura:
Se enseña a los hombres a controlar y dominar.
Se silencian, minimizan o justifican las agresiones.
No se trata de opiniones, se trata de justicia y sobrevivencia.
🔙 La historia no se puede borrar
💡 Durante siglos, las mujeres hemos sido controladas:
📍 Nos dijeron cómo vestirnos.
📍 Nos dijeron cuándo casarnos.
📍 Nos dijeron qué estudiar.
📍 Nos dijeron cuándo podíamos votar.
Hoy, todavía no es lo mismo ser una mujer en la Ciudad de Buenos Aires que en una zona rural.
📉 Las oportunidades de trabajo formal son menores para las mujeres.
🏠 Las tareas de cuidado recaen desproporcionadamente en nosotras.
💰 Toda idea de un futuro mejor se diluye cuando el Estado se retira.
No elegimos mal, queremos igualdad
📢 Muchas de nosotras no elegimos mal dónde desarrollarnos.
📢 No somos tontas ni buscamos trabajos con más horas y peores salarios.
📢 No nos da miedo ser plomeras, camioneras o ejecutivas en multinacionales.
📢 No queremos que nos sometan a la voluntad y poder de otro.
No podemos volver atrás
Negar las distintas realidades no solo es preocupante, es peligroso.
📢 Es un llamado urgente a la reflexión y la acción.
Recuerdo una experiencia en la UCALP:
Durante un examen, un profesor me preguntó inesperadamente:
– “¿Sabés por qué estás acá?”
Me quedé atónita.
Él mismo se respondió: “Porque se inventó el microondas.”
Ese día me prometí luchar incansablemente para que ningún varón nos tenga que decir cuál es nuestro lugar.
📢 Nosotras decidimos. Nosotras luchamos. Nosotras existimos.
✊ Con Nosotras.